jueves, 18 de julio de 2013



De las aventuras y extravíos de Pierre "el ambigüo" copio la siguiente iluminación melvilliana:

“…ya que tras considerar [Pierre] la infinita premura con la que el más fiel retrato podía reproducirse por medio del daguerrotipo y recordar que, en épocas anteriores, la copia de un rostro sólo era accesible a los aristócratas acaudalados, llegó a la conclusión, por inferencia natural, que en vez de inmortalizar a un genio, como en los viejos tiempos, un retrato fotográfico no hacía sino actualizar a un asno”.